NyxQuest: Kindred Spirits está situado en la antigua Grecia, en un tiempo en el que el mundo estaba gobernado por dioses caprichosos. La historia de Ícaro y su famoso vuelo marca el inicio de nuestra fantástica historia. Impulsado por el deseo de elevarse por encima del inmenso mundo, Ícaro construye alas de cera y plumas. Se las pone y se eleva en el aire. Una vez
alcanzadas las nubes, se encontró con un palacio más hermoso de lo que jamás había imaginado. En este palacio en nubes vivía una hermosa joven alada, su nombre era Nyx.
Al encontrarse Nyx con Ícaro, ve por primer vez un ser alado semejante a ella, un hombre con alas. Un mortal, que al igual que ella, puede volar. Entre ellos dos crece una profunda amistad. En la creencia, que el destino los ha reunido para siempre, Nyx e Ícaro disfrutan juntos los dos de su tiempo en las nubes. Ícaro, impulsado por su curiosidad y su deseo de poder volar, no cesa de salir al mundo para explorarlo; sobre todo, cuando un extraño suceso, empaña la felicidad de los dos: Cada noche desaparece Nyx y el palacio en nubes, e Ícaro de nuevo vuelve a estar sólo. El destino rara vez está del lado de los mortales, y así fue, que la historia de estas dos almas gemelas quedó en manos de los dioses y de los legendarios titanes. El conflicto bélico entre estas dos divinidades, no sólo afectó al mundo entero, sino también a la amistad entre Nyx e Ícaro.
Un día, una infernal columna de fuego se levantó desde el sol y lo arrasó todo a su paso. Ícaro, que en esos momentos se encontraba en uno de sus viajes de exploración, intentó escapar de las garras de este ciclón devastador y se elevó a alturas nunca alcanzadas. Olvidándose de las advertencias de su padre, de mantenerse alejado de los rayos del sol, sus alas, con el calor de los rayos, se derritieron, y cayó al abismo. Cuando Nyx descubrió que Ícaro no regresaba de su vuelo, decidió bajar y adentrarse en el mundo de los mortales para buscar a su amigo.
Penetró un lugar que en nada se parecía a su sereno palacio sobre nubes. Se encuentra un mundo enemistado, reducido a cenizas y devastado por el conflicto de los dioses con los titanes. Los dioses y las leyes del Olimpo prohíben a Nyx marcharse para salvar a Ícaro.Sin embargo, la fuerte amistad y el afecto que siente Nyx por Ícaro, le hace olvidar estos preceptos, incitándola a sumergirse en ese mundo devastado, con el fin de comenzar la búsqueda. En este lugar desconocido para Nyx, ella necesitará tu ayuda para poder avanzar hacía Ícaro, el cual se encuentra desvanecido en el suelo. A Nyx, que anda sola, pero no solitaria por el mundo, le esperan muchos peligros y obstáculos que superar. Los dioses, pese a que al principio se mostraron en contra de esta aventura, observan a la valiente joven con creciente afecto.
Respetan los motivos y sus acciones de nobleza, motivo por el cual de vez en cuando recibe pequeñas ayudas en su arriesgado camino. Con la ayuda divina, logra manipular el extraño mundo y proseguir el camino hacía su amigo malherido. No sólo recibe la fuerza para mover objetos; según va evolucionando la aventura, incluso el viento le obedece a las órdenes de Eolo.
La mitología griega, debido a este nuevo conocimiento, deberá ser enfocada desde un nuevo punto de vista. De forma diferente a la que nos quiere hacer creer la mitología griega, el accidente de Ícaro no fue el resultado de la impetuosidad juvenil, sino más bien, la desenfrenada lucha por la supervivencia. A pesar de las advertencias del sabio padre, de no volar cerca del sol, ya que el calor haría derretir la cera de sus alas.
Ícaro, sin embargo, al contrario de lo que cuenta la leyenda, no realizó un acto heroico, sino fue la mera necesidad de sobrevivir. Aterrorizado por la ola de fuego que cundía en el suelo, se elevó más y más en el cielo, olvidando las advertencias de su sabio padre. Nyx aprenderá en el curso del juego a desenvolverse en el más aventurado mundo de los dioses y titanes, que llegará a conocer de su lado más peligroso, debiendo adaptarse constantemente a un entorno hostil e inestable. Los dioses, que generalmente han sido delatados por la muerte de Ícaro por rehusar su supuesto acercamiento al sol, ayudan constantemente a Nyx en su misión para rescatar a su amigo. Por consiguiente, no son como se suele afirmar en la doctrina general: seres vengativos, que únicamente pretenden conseguir apagar la vida del joven.
A pesar de que no intervienen directamente en su rescate, dan a Nyx las fuerzas y capacidades necesarias para salvar a su amigo y llevarle de nuevo al palacio en las nubes. Quién sabe, tal vez decidieron seguir observando a la encantadora joven en su lucha por salvar la vida de Ícaro.
Pero no todos los seres celestiales respaldan esta misión. Nyx, no sólo deberá luchar contra la constante amenaza de un entorno hostil, también será perseguida de seres místicos y, más tarde, incluso del ojo guardián de los titanes, con sus miradas devoradoras. Cuanto más se aproxima a su amigo moribundo, más peligroso parece convertirse su entorno, hasta el sol parece haberse conjurado contra ella.
Al encontrarse Nyx con Ícaro, ve por primer vez un ser alado semejante a ella, un hombre con alas. Un mortal, que al igual que ella, puede volar. Entre ellos dos crece una profunda amistad. En la creencia, que el destino los ha reunido para siempre, Nyx e Ícaro disfrutan juntos los dos de su tiempo en las nubes. Ícaro, impulsado por su curiosidad y su deseo de poder volar, no cesa de salir al mundo para explorarlo; sobre todo, cuando un extraño suceso, empaña la felicidad de los dos: Cada noche desaparece Nyx y el palacio en nubes, e Ícaro de nuevo vuelve a estar sólo. El destino rara vez está del lado de los mortales, y así fue, que la historia de estas dos almas gemelas quedó en manos de los dioses y de los legendarios titanes. El conflicto bélico entre estas dos divinidades, no sólo afectó al mundo entero, sino también a la amistad entre Nyx e Ícaro.
Un día, una infernal columna de fuego se levantó desde el sol y lo arrasó todo a su paso. Ícaro, que en esos momentos se encontraba en uno de sus viajes de exploración, intentó escapar de las garras de este ciclón devastador y se elevó a alturas nunca alcanzadas. Olvidándose de las advertencias de su padre, de mantenerse alejado de los rayos del sol, sus alas, con el calor de los rayos, se derritieron, y cayó al abismo. Cuando Nyx descubrió que Ícaro no regresaba de su vuelo, decidió bajar y adentrarse en el mundo de los mortales para buscar a su amigo.
Penetró un lugar que en nada se parecía a su sereno palacio sobre nubes. Se encuentra un mundo enemistado, reducido a cenizas y devastado por el conflicto de los dioses con los titanes. Los dioses y las leyes del Olimpo prohíben a Nyx marcharse para salvar a Ícaro.Sin embargo, la fuerte amistad y el afecto que siente Nyx por Ícaro, le hace olvidar estos preceptos, incitándola a sumergirse en ese mundo devastado, con el fin de comenzar la búsqueda. En este lugar desconocido para Nyx, ella necesitará tu ayuda para poder avanzar hacía Ícaro, el cual se encuentra desvanecido en el suelo. A Nyx, que anda sola, pero no solitaria por el mundo, le esperan muchos peligros y obstáculos que superar. Los dioses, pese a que al principio se mostraron en contra de esta aventura, observan a la valiente joven con creciente afecto.
Respetan los motivos y sus acciones de nobleza, motivo por el cual de vez en cuando recibe pequeñas ayudas en su arriesgado camino. Con la ayuda divina, logra manipular el extraño mundo y proseguir el camino hacía su amigo malherido. No sólo recibe la fuerza para mover objetos; según va evolucionando la aventura, incluso el viento le obedece a las órdenes de Eolo.
La mitología griega, debido a este nuevo conocimiento, deberá ser enfocada desde un nuevo punto de vista. De forma diferente a la que nos quiere hacer creer la mitología griega, el accidente de Ícaro no fue el resultado de la impetuosidad juvenil, sino más bien, la desenfrenada lucha por la supervivencia. A pesar de las advertencias del sabio padre, de no volar cerca del sol, ya que el calor haría derretir la cera de sus alas.
Ícaro, sin embargo, al contrario de lo que cuenta la leyenda, no realizó un acto heroico, sino fue la mera necesidad de sobrevivir. Aterrorizado por la ola de fuego que cundía en el suelo, se elevó más y más en el cielo, olvidando las advertencias de su sabio padre. Nyx aprenderá en el curso del juego a desenvolverse en el más aventurado mundo de los dioses y titanes, que llegará a conocer de su lado más peligroso, debiendo adaptarse constantemente a un entorno hostil e inestable. Los dioses, que generalmente han sido delatados por la muerte de Ícaro por rehusar su supuesto acercamiento al sol, ayudan constantemente a Nyx en su misión para rescatar a su amigo. Por consiguiente, no son como se suele afirmar en la doctrina general: seres vengativos, que únicamente pretenden conseguir apagar la vida del joven.
A pesar de que no intervienen directamente en su rescate, dan a Nyx las fuerzas y capacidades necesarias para salvar a su amigo y llevarle de nuevo al palacio en las nubes. Quién sabe, tal vez decidieron seguir observando a la encantadora joven en su lucha por salvar la vida de Ícaro.
Pero no todos los seres celestiales respaldan esta misión. Nyx, no sólo deberá luchar contra la constante amenaza de un entorno hostil, también será perseguida de seres místicos y, más tarde, incluso del ojo guardián de los titanes, con sus miradas devoradoras. Cuanto más se aproxima a su amigo moribundo, más peligroso parece convertirse su entorno, hasta el sol parece haberse conjurado contra ella.
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